Si hay una época especial durante el año esa es, sin duda, la Navidad. Todo invita a rememorar viejas tradiciones, ancladas muchas de ellas en nuestro pasado más mágico.
Costumbres que repetimos cada año pero cuyo origen o significado quizá desconozcamos.
1. EL NACIMIENTO.
Tuvieron que pasar dos siglos desde la muerte de Jesús para que los cristianos se plantearan celebrar su nacimiento. La Navidad existe sólo desde el año 337, por disposición del emperador romano Constantino.
2. EL 25 DE DICIEMBRE
En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno (Saturnalias) durante la semana del solsticio de invierno (la noche más corta del año) eran el principal acontecimiento social. Se celebraban entre el 17 y el 24 de diciembre y llegaban a su apogeo el 25, día en que se celebraba el nacimiento del dios Sol y la victoria de la luz sobre la noche más larga del año. Aunque Jesús nació realmente en abril, para hacer más fácil que los paganos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar su festividad, el papa Julio I pidió en el año 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha, lo que se decretó finalmente en el 354.
3. EL BELÉN
La tradición de poner el Belén se remonta a la Navidad del año 1223, cuando San Francisco de Asís reunió a los vecinos de la villa italiana de Greccio para celebrar la misa de medianoche alrededor de un pesebre, con la figura del Niño Jesús moldeado por él mismo. En el momento más solemne de la misa, aquella figura inmóvil adquirió vida, sonrió y extendió sus brazos hacia el santo de Asís. Este milagro se propagó y la costumbre de los “nacimientos” se extendió por todo el mundo. En 1986, el papa Juan Pablo II proclamó a San Francisco de Asís Patrón Universal del Belenismo.
4. LOS REYES MAGOS
La existencia de tres Reyes Magos data del siglo VI d.C. Melchor, que representa a los europeos, ofreció al Niño Dios un presente de oro que atestigua su realeza. Gaspar, representante de los semitas de Asia, cuyo bien más preciado es el incienso, lo ofreció al Niño como símbolo de su divinidad. Y por último, Baltasar, negro y con barba, se identifica con los hijos de Cam, los africanos, que entregan la mirra, en alusión a su futura pasión y resurrección. En la Catedral de Colonia se conservan en una urna dorada los supuestos restos de los Reyes Magos, traídos desde Oriente en la época de las Cruzadas.
5. LAS ESTRELLAS
Se han utilizado como guía desde el comienzo de los tiempos y quizá por eso aún hoy en día llevar una estrella es uno de los amuletos más potentes. Se dice que traen esperanza. En Navidad, su poder mágico se multiplica (entre otras cosas por las reminiscencias de la estrella de Belén) y la utilizamos como elemento decorativo para atraer la esperanza a nuestras vidas y potenciar la suerte y los deseos cumplidos, así como la claridad mental para resolver problemas.
6. EL ÁRBOL
Los árboles eran adorados y venerados por todos los pueblos antiguos como representantes de los espíritus de la Naturaleza, y muchos festejos del año tenían al árbol como protagonista. Los celtas festejaban al roble, los vikingos al fresno y los romanos hacían protagonista de sus Saturnalias al pino. Para todos ellos el árbol era símbolo de la resurrección de los dioses y la vida eterna a través de la naturaleza que no muere. El árbol de Navidad es una herencia de ese árbol que fue cristianizado en la Germania a mediados del siglo VIII.
-El abeto. Los árboles sagrados acabaron cediendo su función al abeto (árbol del nacimiento) cristianizado. Fueron los suecos, en el siglo XVII, los que exportaron esta tradición a tierras alemanas, y desde allí se popularizó entre austriacos, polacos, ingleses y franceses y, ya en el XIX, entre las clases más acaudaladas de Norteamérica o Rusia.
7. DECORAR EL ÁRBOL
Se cree que el árbol de Navidad decorado apareció a principios del siglo XVII, en 1605, en Alemania y esta costumbre se difundió rápidamente por todo el mundo, especialmente por los países nórdicos a partir de 1800. Llegó a Inglaterra en 1829 y una década después el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, ordenó adornar el castillo de Windsor con un árbol navideño. En Suecia, mantienen el árbol adornado y con sus luces hasta 20 días después de la Navidad.
-Los adornos. Hoy en día se acostumbra a poner una estrella en el extremo del pino, simbolizando la fe y la luz que buscamos, y una serie de adornos y figuras de lo más variado repartidos por las ramas. Todos ellos representan nuestras buenas acciones, sacrificios y deseos. En cada país o región se utilizan diferentes objetos, pero siempre tienen detrás un componente mágico o supersticioso.
-Las bolas. Los celtas decoraban su roble con piedras o con manzanas (símbolo de eterna juventud y vida), costumbre que ha derivado en nuestras famosas bolas de Navidad. Según la tradición, las bolas azules significan arrepentimiento, las plateadas agradecimiento, las doradas alabanza y las rojas, una petición o deseo.
8. EL CRISTAL
Las bolas de cristal tienen su origen en Bohemia (Alemania) hace más de 200 años. Los “sopladores de vidrio” competían por hacer la bola más grande y en este proceso descartaban las que no les valían. Algunas mujeres las rescataban y adornaban con ellas las puertas de las casas con el fin de ahuyentar el mal de ojo. Las llamaban "bola espiritual" y creían que el mal de ojo se veía reflejado en ellas cuando intentaba entrar en las casas y se daba la vuelta. Para otras personas, los adornos de cristal simbolizan la fragilidad del hombre, y colgándolos del árbol expresamos un deseo de protección, guía y amor.
9. TRES BOLAS DE ORO
La leyenda más famosa cuenta cómo san Nicolás salvó de la prostitución a las tres hijas de un hombre pobre dejando de ma- nera anónima tres bolas con monedas de oro en sus ventanas por la noche. Como símbolo de aquel gesto se relaciona a san Nicolás (patrón y protector de los necesitados) con tres bolas de oro. Ponerlas en casa durante las fiestas nos traerá su protección. (Las reliquias de san Nicolás, que se encuentran en la ciudad de Bari, exudan aún hoy una aceite de olor dulce, considerado una reliquia de poderes curativos).
10. PAPÁ NOEL, SANTA CLAUS, SAN NIOCOLÁS...
Kolya, Niklas, Pelze-Nichol, Semiklaus, Bonhomme Noel, Svaty Mikulas, Sinter Klaas, Sint Nicolaas, Father Christmas, Pére Noe?l... Bajo cualquiera de estos nombres se conoce al personaje que reparte regalos en Navidad y que tiene su origen en Nicolás de Bari, un misionero italiano en Asia que vivió entre los siglos III y IV. Personaje de una enorme bondad y protector sobre todo de los niños, fue obispo de Mira y proclamado santo -san Nicolás de Bari-. La imagen de un anciano gordinflón sonrojado es una invención estadounidense del siglo XX (en concreto de una campaña publicitaria de Coca-Cola, en 1930).
11. CORONAS DE NAVIDAD
Colocar una guirnalda en forma de corona en la puerta de entrada de la casa tiene un origen muy antiguo. Ya los celtas utilizaban ramas de diversos árboles para cercar a sus enemigos por medio de coronas mágicas y en el ritual del solsticio utilizaban adornos con coronas de muérdago o pino, velas y guirnaldas cuyo objeto era asegurar el regreso en el año venidero. Hoy simbolizan la naturaleza que no muere (la vida) y la unión. Las coronas deben colgarse el primer día de Adviento (1 de diciembre) y dejarlas en el mismo lugar durante al menos 12 días. Si están hechas con acebo son un símbolo de esperanza eterna. Las coronas funcionan en forma similar a los “atrapasueños”, encerrando en el círculo toda energía negativa.
-La corona de Adviento. Se hace con cuatro velas, tres del mismo color, que se irán encendiendo los tres primeros domingos de Adviento, y una cuarta de diferente color para el cuarto domingo. Este año las fechas serán: 1, 8, 15 y 22 de diciembre.
12. ADORNOS INUSUALES
Hay países en los que se decora la Navidad con cáscaras de huevo (pues es símbolo de vida), galletas de sal que sirven para limpiar las malas energías (haciendo una pasta con sal, harina y agua a partes iguales), nueces (símbolo de salud) o, como en Alemania, con peces (símbolo de la Cristiandad y la abundancia de dones espirituales). También se utilizan champiñones de madera, cristal o metal que representan la abundancia de la naturaleza (dos juntos traen buena suerte).
13. PÁJAROS Y ÁNGELES
La figura del pájaro (mejor si es un petirrojo) se utiliza para que traiga felicidad y alegría a la familia. Incluso en algunos lugares se esconde dentro del árbol un nido, pues se cree que traerá suerte a quien lo encuentre. Por otro lado, conviene poner un ángel en algún lugar de la casa o como adorno del árbol (al menos unas alas), sobre todo si tenemos un deseo im-
portante que pedir, ya que ellos son los encargados de hacer de mensajeros entre el Cielo y la Tierra. También simbolizan el amor y la bondad.
14. LAS CAMPANAS
Se utilizan desde tiempo inmemorial, y en numerosas culturas, para mover las energías, alejar a los malos espíritus y llamar a los buenos (como los ángeles). Conviene poner campanillas en el árbol, en las ventanas, en la puerta de entrada a la casa o en cualquier lugar donde se muevan frecuentemente. La tradición cristiana cuenta que las campanas sonaron al nacer Jesús y, por eso, todavía hoy se hace sonar una campana para darle la bienvenida el día de Navidad.
15. CORAZONES
Están presentes en cualquier decoración de Navidad, se- guramente porque en muchas culturas son símbolo de amor y en otras se les relaciona con el sitio donde reside el alma. Colgarlos en el árbol o en las paredes no sólo atrae la energía del amor, sino que también mueve la de la compasión.
16. DECORAR EN VERDE
La tradición de decorar con plantas, árboles o ramas verdes se remonta a tiempos paganos, cuando se creía que las plantas que conservaban su verdor en invierno tenían poderes místicos al mostrar vida cuando el resto de la naturaleza parece dormida.
17. MUÉRDAGO
Es una planta considerada mágica desde la Antigu?edad y muy utilizada apara alejar los malos espíritus. Para las culturas paganas, el muérdago tenía un importante papel, especialmente en la cultura druídica celta y en la escandinava. Creían que era la planta curativa por excelencia y que proporcionaba vida, suerte, fertilidad y protección frente a la brujería. Se colocaba originalmente encima de la puerta.
-Darse un beso. En los países anglosajones existe la tradición de darse un beso debajo del muérdago. Antiguamente, los escandinavos creían que si los enemigos se encontraban bajo el muérdago se perdonarían, y según una leyenda, los soldados enemigos, en la época romana, tiraban sus armas y se abrazaban cuando se encontraban bajo esta planta.
18. ACEBO
En un principio su uso decorativo en las casas tenía el fin de alejar a los duendes malignos (en Escocia se sigue utilizando con este fin). Luego, la Iglesia comenzó a utilizar esta planta como sustituto del muérdago y llegó a ser símbolo de Cristo por sus hojas con espinas y sus frutos rojos, que representaban la corona de espinas y la sangre derramada en la crucifixión. Hoy se utiliza para atraer los buenos augurios. Entrelazar con hiedra el acebo en la decoración navideña garantizará la paz conyugal y el amor de pareja, no sólo en las fiestas, también durante el resto del año nuevo. Y es que el acebo da buena suerte y serenidad al hombre y la hiedra a la mujer. Acompañarlo de romero traerá prosperidad económica, ya que según la leyenda María puso a secar sus ropas y las del Niño Jesús en unos arbustos de romero secos. Al instante comenzaron a florecer con sus peculiares flores azules, el color del manto de la Virgen.
19. LIMPIAR LA CASA
Es una costumbre que se remonta a la época mesopotámica y que se ha conservado en muchos países, especialmente en Irlanda. Se trata de purificarlo todo para dejar que la buena energía que trae el Niño Jesús y la Navidad en general circule sin trabas. El día de Navidad deben abrirse de par en par las puertas de la casa o al menos algunas ventanas, de modo que se vayan los malos espíritus y las malas energías, y se renueve el aire.
20. EL ROSCÓN
En España y Francia existe la tradición de hacer un roscón de Navidad el día de Reyes y esconder en su interior una sorpresa. Pastel de Navidad. Se elabora en los países anglosajones para Nochebuena y en él se inserta una moneda de plata, un dedal y un anillo. La moneda trae suerte al que la encuentre (más en lo económico), el dedal trae prosperidad y el anillo es signo de una nueva relación o de una boda.
-Pan de cerdo. En Suecia y Dinamarca se prepara un pastel o pan de Navidad con forma de cerdo, del que se guarda un trozo para mezclar en primavera con la simiente.
21. DECORAR CON LUCES
Son símbolo de vida, de la luz solar y del fuego que quema todo lo viejo y purifica. En su origen pagano eran velas que se colocaban en las ventanas de la casa o como adorno en los árboles, en una especie de ofrenda al sol para que no se dejase vencer por la temida oscuridad del invierno. La llegada de la luz eléctrica supuso una revolución también para el árbol de Navidad. Ponerle bombillas fue una idea del ayudante de Thomas Edison, tres años después de que el inventor hiciera la primera demostración pública de las luces eléctricas en 1879.
22. VELAS
Simbolizan la llegada de la luz al mundo, y para la tradición cristiana la estrella de Belén. En Irlanda, Francia y el norte de Europa se coloca en Nochebuena una gran vela blanca en la entrada de la casa o en alguna ventana (la enciende el más pequeño de la casa), como símbolo de que están abiertos a lo nuevo, a compartir y a recibir a todos.
23. FOGATAS NAVIDEÑAS
Son muy populares en la Provenza, la Toscana, zonas de la campiña inglesa, en Letonia y algunas regiones de España. Consiste en reunir troncos de madera y encender con ellos hogueras en Nochebuena o fin de año con la intención de acabar con todos los infortunios y problemas.
Es probable que en su origen esta fogata de Navidad, en sus muchas formas, fuera encendida sólo debido al invierno, pero a partir de 1577 se convirtió en una ceremonia pública en Inglaterra y su popularidad se extendió. Para atraer la suerte al hogar y a la familia hay que mantener un fuego encendido durante toda la Navidad (desde la noche del 24 al día de Año Nuevo).
24. SUPERSTICIONES
-Zapatos nuevos. Se dice que estrenar calzado el día de Na- vidad trae mala suerte y en Grecia muchos queman sus za- patos viejos durante estos días para no tener mala suerte durante el año entrante.
-Comer pastel. Una superstición anglosajona dice que comer pastel de Navidad evita perder a un amigo ese año.
-Mantener los adornos. Dejar la decoración Navideña puesta después del día de Reyes trae mala suerte o, al menos, estanca las energías. Ese día debe marcar una renovación similar a la de Año Nuevo y cambio.
-Prestar en Año Nuevo. No debe hacerse ni con la cosa más pequeña porque trae mala suerte. Es comenzar el año con cuentas pendientes. En este sentido, conviene saldar todas la deudas antes de Año Nuevo, porque si se acaba un año endeudado se continuará así el siguiente.
-El turrón. Se cree que partir el turrón en la mesa trae mala suerte. Para evitar el mal fario, mejor traerlo ya partido.
-Quedarse en la cama. Trae mala suerte que alguien se quede en la cama el día de Reyes mientras los niños abren los regalos. Es como no estar interesado en los posibles bienes o dones que nos depara la vida en el futuro.
-Un cascanueces. Se regalaba durante los siglos XVI y XVII en Suiza, Francia, Ale- mania e Inglaterra, porque se creía que traían buena suerte y protegían frente a los espíritus malignos.
25. LA NOCHE DE AÑO VIEJO
Siempre se ha creído que el 31 de diciembre se abre una puerta energética entre este mundo y el Más Allá y por eso es un momento perfecto para la adivinación, para leer el futuro, echar el tarot, recurrir a las mancias caseras y a las recetas mágicas, para tomar decisiones y para hacer limpiezas energéticas de lugares (el día de Año Viejo hay que barrer y fregar el suelo de casa de dentro hacia fuera).
Fuente: Mía revista
Curiosidades sobre la Navidad
5-Diciembre-2019