Del desalojo al bloqueo

2-Julio-2015

El desalojo de 270 familias que de manera irregular habitaban la Plaza de Toros de Nanchital, propiedad de la sección 11 y toda la historia sobre la deforestación, el fraude y la inseguridad que ocasionaron al asentarse en una zona de alto riesgo, ante la presencia de ductos activos de Pemex, era una situación que en realidad la mayoría de los nanchitecos pedía: ¡Que actuara la autoridad!.

Pues ya lo hizo, los echaron del terreno que no era suyo, así como se hace en todos los predios invadidos y que son sometidos a un juicio, simplemente actuó la resolución de la ley y apoyados en la fuerza pública, tuvieron que irse, pues a pesar de que ya estaban advertidos, no entendieron por la buena y la única manera de recuperar este espacio fue con el apoyo de los cuerpos de seguridad.

La situación fue bien vista por la mayoría de los nanchitecos, y aunque hay quienes lamentan la manera en que fueron retirados, la realidad es que estaban en un lugar que no era de su propiedad, por más argumentos que existan sobre la necesidad de vivienda, no creo que haya una justificación para querer apoderarse de un terreno que no es tuyo…tan simple como decir que tengo la necesidad de tener un reloj y como tú, o usted tiene dos y no utiliza uno, yo voy y tomo el que “le sobra”, simplemente porque tengo necesidad, eso no es correcto, entonces creo que yo tendría la obligación de trabajar un poco más para poder solventar mi necesidad de tener un reloj.

Como si fuera poco el daño ecológico que ocasionaron y el riesgo que pusieron a la población al invadir zonas peligrosas, por más de 8 horas la carretera de 4 carriles y principal acceso a Nanchital fue bloqueada, simplemente porque quieren que el gobierno municipal les resuelva su problema de vivienda, cuando no es obligación del municipio cargar con esta situación por tres sencillas razones:

La primera, la mayoría de las personas (resalto, no todas) que tenían invadida la Plaza de Toros no tenían necesidad de tener un terreno para establecer una “Vivienda digna”, como lo refieren. Dos: muchos de los invasores son provenientes de otros municipios como Ixhuatlán del Sureste, Coatzacoalcos, Acayucan y zonas circunvecinas, liderados por una persona (que en realidad fueron varias)  sacaron jugosas tajadas económicas lucrando con la necesidad de las personas, muestra de ello son los amparos con los que cuentan para no ser detenidos, pero nunca pudieron amparar legalmente contra un despojo  a todas las familias que creyeron en su movimiento y dieron dinero para establecer sus hogares. Tres: porque el municipio de Nanchital, simplemente no tiene reserva territorial, aunque quisieran ayudar, pues sencillamente no hay un terreno que sea propiedad del municipio que sirva para eso…y por último, nadie tiene derecho a tomar lo que no es suyo, si quieres algo trabaja, búscalo, pero no afectes a terceros.

El bloqueo fue molesto para petroleros, automovilistas, amas de casa, estudiantes y medio Nanchital que tuvo que buscar vías alternas para llegar al trabajo o a sus hogares…¿Acaso los nanchitecos debemos pagar la consecuencia de que no tengan vivienda, acaso la ciudadanía es la culpable de su desalojo cuando ya estaban advertidos de las consecuencias legales por tomar un terreno que no es suyo?    Sobre aviso no hay engaño y un año después de la invasión, el proceso legal tuvo una resolución. 

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