La escasez de solteras impulsó a los vikingos al pillaje

9-Enero-2017

Siempre se ha considerado un misterio la razón por la que grupos de hombres escandinavos se lanzaron a realizar incursiones y saqueos en Europa entre los años 750 y 1050. Como posibles desencadenantes, se apunta a sus grandes avances náuticos, a un cambio climático y a la explosión demográfica que se produjo a raíz de una agricultura más eficiente.

 

A estas teorías sobre la aparición de los aguerridos vikingos se ha unido otra: la escasez de mujeres solteras. Así lo señala un estudio de la Universidad Simon Fraser, en Burnaby (Columbia Británica, Canadá), publicado recientemente en la revista Evolution and Human Behaviour.

 

Esta investigación apunta que la práctica de la poliginia –que permitía a un hombre tener varias esposas– y el concubinato, en combinación con un aumento de la desigualdad social –los más ricos acaparaban a las mujeres, limitando mucho el número de parejas disponibles–, provocaron que muchos solteros, con el corazón y los bolsillos vacíos, se animaran a arriesgar el cuello en incursiones destinadas a obtener botines y el estatus necesario para entrar en el mercado matrimonial. Para ello se embarcaban en drakkars, barcos veloces y resistentes con los que estos nórdicos se echaban a la mar en busca de sus botines de guerra.

Y tuvieron tanto éxito en el violento negocio del saqueo que a ellos se unieron también sus conciudadanos de clase alta, que instigaron estas expediciones para afianzarse como señores de la guerra y seguir progresando socialmente.

 

Según señalan los autores de este estudio, durante sus investigaciones descubrieron que otros antes que ellos habían apuntado a esa explicación para el espíritu conquistador de los escandinavos: en un libro escrito durante la época de los vikingos, el historiador Dudo de San Quintín (966-1026) también argumentaba que un exceso de jóvenes solteros estaba detrás de estas incursiones.