Mazatepec, Morelos: México hincado

22-Agosto-2017

José Luis Ortega Vidal
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La agresión al alcalde de Mazatepec, Morelos, por parte de integrantes del grupo delincuencial “Los rojos” representa con claridad la sumisión del estado de derecho mexicano a un poder político paralelo.
Jorge Toledo Bustamante, obligado a hincarse para asegurar la entrega de 5 millones de pesos y la contratación de un enlace del grupo criminal en la nómina oficial, simboliza la abyección de un representante del Estado a manos del Estado.
“Los rojos” como el sinfín de grupos delictivos mexicanos -incluyendo los principales cárteles del narcotráfico- son resultado de múltiples elementos de Estado fallido que se aprecian con sus particulares características en distintas entidades.
Morelos es una de ellas y es una de las más graves.
No es gratuito que Mazatepec sea un municipio marginal con apenas 10 mil habitantes –censo del 2010- cercano a las fronteras de estados con problemas históricos de pobreza como el Edomex y Guerrero.
Algunas de las características del Estado fallido se representan en la pérdida del monopolio sobre el uso de la fuerza y la falta de garantía en el cuidado de los derechos constitucionales de sus ciudadanos frente a ataques internos o externos que pongan en peligro su estabilidad y su vida.
El tema de la estabilidad, aquí, se refiere a múltiples rubros: el de los derechos humanos, el político, el económico, así como los de convivencia social, de orden y desarrollo.
Resulta obvio que la zona por la que cruza el alcalde Toledo Bustamante al momento de la agresión por gente armada se encuentra bajo el dominio de “Los rojos” y su líder - Santiago Mazari Miranda El Carrete o El Señor de los Caballos- a quien el munícipe admite conocer y haberle hecho favores cuando estuvo preso.
Por eso, reconocen sus captores, se le “guarda respeto” al ser un “hombre de palabra” pero se quejan de que ya no responde a las llamadas de su jefe y le advierten que de no entregar los 5 millones exigidos, el dinero no alcanzará para enterrar a todo “su árbol genealógico”.
Jorge Toledo Bustamante –alcalde por segunda ocasión- plantea que quizá será mejor renunciar y argumenta que no hay recursos suficientes para cumplir esa demanda ni dándoles su sueldo durante todo su mandato; gana 50 mil pesos mensuales y anuncia que los reducirá a la mitad para atender demandas sociales...
Colocado de rodillas con armas de fuego apuntando su cabeza finalmente dice que sí, que acepta “el trato” –la orden- y termina despidiéndose de mano de un delincuente uniformado y encapuchado.
Es decir en Mazatepec mandan "Los rojos" y en forma vertical su jefe, no el Estado mexicano representado por un alcalde electo democráticamente.
La delincuencia admite "favores" de alguien que ocupa una silla presidencial –representativa del poder institucional- pero sólo de manera simbólica porque el poder armado está de su lado al menos en este momento.
La abyección de hincar al Alcalde –sus captores admiten que no debieron tratarlo así…pero lo hicieron y amenazaron con matarlo ahí mismo- semióticamente representa la caída del enemigo, su derrota, la humillación para no dejar dudas sobre lo que vendrá en caso de no obedecer: la muerte.
(2)
La circunstancia de ingobernabilidad que padece Mazatepec, Morelos, la sufren numerosos municipios y regiones amplias en diversas entidades del país.
En muchos casos los delincuentes no operan burdamente como en el caso morelense porque ocupan cargos en el Congreso de la Unión, puestos federales y estatales de alto nivel y forman parte de estructuras de poder jurídicamente establecidas como los partidos políticos.
Es decir el crimen organizado ofrece un rostro burdo como el de “Los rojos” en Mazatepec –lugar de venados- pero también forma parte del poder o accede a él vía el voto cuando su estructura se ha consolidado bajo el uso de cuellos blancos.
Los más de 10 millones de dólares de Odebrecht y el escándalo de Emilio Lozoya, la huelga de hambre ridícula de Javier Duarte y la impunidad de sus cómplices representan otras caras del Estado fallido; por citar dos...