Es muy importante cuidarse, y principalmente a los niños menores de 5 años, a los adultos mayores de 65 y a todas aquellas personas que padecen alguna enfermedad crónica.
Para prevenir sus efectos en la salud, antes y durante de la época de frío, se recomienda abrigarse bien y evitar los cambios bruscos de temperatura; consumir frutas y verduras ricas en vitamina A y C, como zanahoria, papaya, guayaba, naranja, limón y piña entre otras, e ingerir una mayor cantidad de líquidos sin alcohol durante esta temporada.
Si estás enfermo hay que quedarse en casa, reposar mucho, comer bien y tomar abundantes líquidos. Seguir las instrucciones y tratamientos médicos completos es muy importante para evitar complicaciones, así como evitar la automedicación. La aplicación de vacunas contra la gripa e influenza es necesaria sobre todo en niños, personas vulnerables a enfermedades respiratorias y personas mayores.
Si tienes mucho frío:
Realicen ejercicios físicos, mediante movimientos como correr, saltar, mover brazos y piernas.
Beber líquidos calientes en abundancia.
Cubrirse y colocarse bajo techo.
Sumergir las extremidades afectadas en agua muy tibia.
Acudir a una clínica u hospital lo antes posible, para evitar hipotermia.
Durante las heladas:
Es importante tener cuidado con los sistemas de calentamiento para que evitar intoxicaciones y muerte por gases como el bióxido de carbono.
Permanecer en casa lo más que se pueda y al salir usar ropa gruesa en todo el cuerpo.
Mantener el cuerpo seco, retirando la ropa húmeda que enfría rápidamente al cuerpo y si la persona empieza a temblar hay que taparla bien.
Si sale de su casa, apague, chimeneas, braseros y calentadores y por ningún motivo deje que los niños y ancianos se acerquen a ellas.
Evite consumir bebidas alcohólicas, ya que estas ocasionan que el cuerpo pierda calor rápidamente.