Primer Viernes de Marzo, una celebración ancestral en Catemaco

4-Marzo-2016

XALAPA, Ver.- Este año, Catemaco realizará la edición número 40 de la celebración del Primer Viernes Marzo, un evento que es parte de una tradición ancestral que año con año atrae a miles de turistas a ese municipio.

El cronista de la ciudad, Salvador Herrera García, dijo que esta festividad, empujada por la mercadotecnia, ha devenido en ceremonias y festivales alejados de su original esencia, pero que atraen a turistas ávidos de aventuras y de lo misterioso, así como a quienes aferrados a una fe andan en pos del chamán para que le resuelva sus problemas y angustias.

“Chamanes, hechiceros, curanderos y herbolarios conocedores de las propiedades curativas de las plantas, además de psicólogos empíricos, los ha habido desde tiempos inmemoriales; recordemos que en el pasado prehispánico la hechicería fue elemento del pensamiento religioso y tuvo gran influencia en la vida de la comunidad”.

 

La idea religiosa de los antepasados autóctonos fue también muy supersticiosa. El padre Sahagún, en su obra Historia General de las cosas de la Nueva España, anota: “Los naturales tenían muchos agüeros donde adivinar cosas pasadas y futuras”.

Recordó que los primeros cronistas hablan de los brujos de Los Tuxtlas y de Catemaco, pero hay documentos que atestiguan que desde la época prehispánica había chamanes que eran considerados sacerdotes, y cuando sucedió la Conquista Española se sincretizó, porque muchas deidades comenzaron a ser adoradas como imágenes de la religión católica.

 “Aquí, en Catemaco, llegó la Virgen del Carmen que sustituyó a Chalchiuhtlicue, Diosa de las Agua. Los brujos que tenían conocimientos de herbolaría se replegaron por temor a la Santa Inquisición, que castigaba la brujería al ser considerada pecado mortal. La brujería entonces se convirtió en actividad secreta, solamente para iniciados, y así se mantuvo por mucho tiempo”.

Desde sus inicios, los brujos eran ajenos a la publicidad, eran muy auténticos, pero en tiempos actuales esto se fue relajando y vinieron las fiestas que basadas en lo extraño y desconocido, dieron lugar a que surgieran charlatanes, que fueron desplazando así a los verdaderos conocedores de la herbolaria.

 

“En cuanto a la brujería, yo no podría decirle nada; siempre lo esotérico no tiene explicación, pero brujos de esos ya no hay, había gente que hacía un pájaro de trapo y lo echaba a volar y salía volando, y así había cosas sobrenaturales que ocurrieron, que no tienen explicación, pero eso como que ya quedó en la leyenda y el olvido, ya no ocurre. Ahora, hay muchas personas que dicen curar, pero no sé hasta dónde; depende de la fe de cada quien”.

El ritual precisamente se realiza el primer viernes de marzo, alrededor del solsticio de primavera, coincidiendo con ciertos movimientos astrales y con la época de floración y de cosechas. Y ¿Quién diría que tenía que ser el primer viernes? Tal vez fue producto del sincretismo religioso; en el rito católico el día viernes tiene especial significado, comenzando porque Cristo fue crucificado en viernes.

“Además, las consejas populares dicen que los días viernes son propicios para hechizos y curaciones, pues andan ‘sueltas’ las fuerzas oscuras; y un refrán dice que quien matara víbora en viernes, tendría la buena suerte asegurada”.

Finalmente, Salvador Herrera explicó que ¿verdad o mentira?, cómo todo lo que no tiene explicación racional, la llamada brujería se pasea en el filo de la navaja, entre la credulidad y la duda.

 

El campo de la paranormal, de lo oculto e insólito es propicio para la creación de mitos; por tanto, también para la proliferación de seudo chamanes o curanderos que prometen hasta lo imposible, pues por una alta tarifa, dan limpias, quitan males, chupan espantos, exorcizan demonios, atraen al ser amado, alejan la envidia, aseguran el éxito o adivinan la suerte.

Lo cierto es que cada primer viernes de marzo Catemaco abre sus puertas a miles de visitantes, familias y grupos de amigos que deciden recorrer y respira esta ciudad, que reposa al pie de una laguna esplendorosa, hospitalaria y con una gastronomía propia.

Quienes viajan a Catemaco salen hechizados, ya sea por un buen brujo o por el encanto de la energía renovadora que este municipio regala a los turistas.

Con información de golpepolitico.com