Yesenia soñaba ser enfermera; este lunes fue sepultada tras ser asesinada en Coatzacoalcos

5-Diciembre-2022

Fluvio Cesar Martínez.

Coatzacoalcos, Ver. – A sus 13 años, Yesenia Lilian Martínez Ovando soñaba con ser enfermera y especializarse en pacientes con cáncer, este lunes por la tarde fue sepultada en el panteón de Lomas de Barrillas en Coatzacoalcos, al sur de Veracruz, tras ser asesinada. El pasado tres de diciembre salió de su casa para dirigirse a una tienda en búsqueda de sabritas, pero no regresó; horas después su cuerpo fue localizado en un lote baldío de la colonia Santa Isabel II.

“Ella tenía una sonrisa especial que, solo ella podía trasmitir, su sueño es que quería ser enfermera porque quería curar a todas las mamás que tienen cáncer, cuidarlas, porque su mamá falleció de cáncer en 2019”, relata el señor Luis Enrique Martínez, padre de Yesenia.

Durante casi 24 horas su cuerpo fe velado en un ataúd de madera color blanco, al interior de su domicilio en la colonia Santa Isabel, es decir, a tan solo unos metros de donde fue asesinada. La calle donde está su vivienda fue cerrada para colocar una carpa y sillas, donde asistieron familiares y amigos para despedirla.

“Que lástima que murió así, era una niña, no se lo merecía, pero solo Dios sabe y hará justicia”, murmullan algunos asistentes al sepelio.

Flores, cruces y música cristiana rodean al ataúd de la joven que se lleva sus sueños y esa sonrisa que su padre no sabe describir, entre lagrimas y reproches.

De acuerdo con información que este medio obtuvo, Yesenia fue asesinada a golpes, en su cabeza presentaba una fuerte lesión, provocada por algún objeto contundente. La fiscalía no ha revelado mayores detalles del peritaje.

Entre llantos y reclamos de justicia, y cantos de alabanza cristianos su cuerpo fue bajado a la tierra, ante la mirada de decenas de personas, entre ellos sus compañeros de clases que se dieron cita para despedirla.

*Rinden homenaje de cuerpo presente en su secundaria*

La mañana de este lunes 5 de diciembre, el ataúd de Yesenia fue llevado a la Escuela Secundaria General 5 de Coatzacoalcos, donde estudiaba el segundo grado; esto a petición de compañeros y directivos de la institución.

La escuela se ubica a escasos 100 metros de su casa, por lo que los estudiantes montaron una guardia hasta la explanada principal, donde se rindió el homenaje de cuerpo presente.

La asesora del grupo segundo “D” fue la encargada de dar el último pase de lista donde mencionaron a Yesenia, ahí sus compañeros gritaron presente cuando se leyó su nombre y guardaron un minuto de silencio.

Posteriormente entre lagrimas y aplausos fue despedida de la escuela, y de nueva cuenta fue llevada a su casa para ser velada. Sus amigos más cercanos en su salón no pudieron controlar el llanto y se abrazaban entre sí, al ver el cuerpo inerte de aquella adolescente con quien durante meses convivieron.

*Yesenia es la víctima numero 22 de feminicidio en el sur de Veracruz: OUVMujeres*

Yesenia se convirtió en la víctima 22 de feminicidio en la zona sur del estado de acuerdo con datos del Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana (OUVMujeres).

La Fiscalía General del Estado, confirmó la detención de Saraí y Víctor Manuel “N” como presuntos responsables del crimen; Saraí era madrastra de la menor, y la principal línea de investigación es un tema pasional. Extraoficialmente se dijo que, la menor habría descubierto que la mujer engañaba con otro hombre a su padre, aunque ello no ha sido confirmado.

“Hay dos detenidos, también una mujer, que resulta ser su madrastra, presuntamente responsable de la muerte de la menor, con un masculino que presuntamente le ayuda, y bueno es por un tema pasional y que uno no quisiera que esto suceda”, informó Verónica Hernández Giadans, fiscal general.

De acuerdo con los primeros estudios, Yesenia fue golpeada en la cabeza con un objeto contundente, y los detenidos fueron ubicados gracias a las cámaras de videovigilancia de las viviendas cercanas a la casa.

Su tumba quedó cubierta de flores y fue sellada con ladrillos y cemento, junto a sus sueños de cuidar a las mujeres enfermas de cáncer.

“Que castiguen a los que ejecutaron este hecho de mi hija y que paguen, porque mi hija no le hacía daño a nadie”, suplica su padre.

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