Las fuertes lluvias provocadas por el Frente Frío número 7, han dejado afectaciones mínimas en Nanchital y quienes más han sufrido estos estragos, son las familias que habitan en las zonas invadidas durante los últimos meses, específicamente en La Plaza de Toros y la colonia San Agustín. Autoridades municipales han declarado no brindarles ayuda en materia de infraestructura, pues se trata de sitios irregulares a donde la ayuda gubernamental no llegará.

La situación es clara, no les podrán dar láminas, ladrillos, kits de limpieza, cobertores y/o cobijas, el trabajo de maquinaria pesada  y otro tipo de implementos con los que se dota a las familias afectadas por situaciones climatológicas, pues esto podría fomentar la invasión de más terrenos, aunado a que se trata de personas que no pagan impuestos, no generan derechos ni tampoco tienen obligaciones en el municipio.

La cosa cambia, cuando una de esas familias solicita ayuda humanitaria en un refugio temporal, ahí las autoridades tienen la obligación de ofrecerles colchonetas, techo seguro, alimentos...en lo que pasa el temporal.

Desde que se dio la invasión de El Rodeo, autoridades municipales advirtieron sobre la situación, la zona de riesgo en la que intentaban fincar sus casas, el peligro de deslaves e inundación  y sentenciaron con que no recibirían ayuda por temporales y aún así reincidieron en invadir, afectando la flora y la fauna de Nanchital, poniendo en riesgo a la comunidad, talando más de 5 mil árboles, construyendo viviendas sobre líneas de Pemex y todo lo que ello conlleva.

Bajo su responsabilidad, su vida está en riesgo y son ellos los responsables de la situación, ninguna autoridad...es cuando deberán reflexionar si vale la pena continuar invadiendo zonas de riesgo o buscar de otra manera un lugar seguro dónde vivir.