Al hospital regional de Ixhuatlán de Sureste, ingresó con vida Guillermina, para ser atendida de anginas inflamadas, presión alta, una fuerte diarrea y deshidratación; además de luchar contra la enfermedad de diabetes, horas después falleció y a 2 horas de su deceso la mandaron al crematorio bajo sospecha de Covid19, sin haber confirmado dicho diagnóstico.

La familia de la señora Guillermina, se siente desolada, afrontar la muerte de su ser querido no ha sido fácil: “no pudimos despedirnos de mamá, ella había estado enferma pero nunca pensamos que fuera a morir, menos de Coronavirus porque no presentaba síntomas de eso”, dijo Moisés Cruz González, hijo de Guillermina

En su certificado de defunción, los médicos le pidieron que Guillermina murió de paro respiratorio y sospecha de ser positivo en COVID-19 y a la fecha no les han confirmado si fue positivo a Covid19, y en el hospital se tomaron en atrevimiento de mandarla al crematorio.

Moisés Cruz, hijo de Guillermina  narró que días antes su mamá presentó una fuerte diarrea y dolores que la mantuvieron en casa, incluso, se sometió a un tratamiento casero para que le “reventaran las anginas” y poder sentirse mejor, razón por la cual escupía  sangre, hasta que fue llevada al hospital donde su salud se complicó, hasta perder la vida. 

La  indignación de la familia radica en el atrevimiento del personal del
Hospital de mandarla al crematorio y no recibir cristiana sepultura,  además de tener la incertidumbre si realmente murió de Covid19.

“Se murió por la falta de atención al tratamiento que mi madre necesitaba  y no nos dejaron verla más, fue muy  aventurado que nos entregaran sus cenizas sin ni siquiera tener la certeza que tenía Covid19”.