Los hombres no sudan más que las mujeres

28-Febrero-2017

Nuestro cuerpo posee un sistema de regulación del calor que nos impide el sobrecalentamiento, ya sea durante la práctica de ejercicio físico o en un caluroso día de verano; uno de estos procesos fisiológicos es el sudor. Pero, ¿quién suda más, los hombres o las mujeres? Una investigación ha evaluado las diferencias por sexo en la respuesta del cuerpo al calor.

Cuando la temperatura exterior aumenta, se envían señales al hipotálamo del cerebro que responde a los cambios de temperatura haciendo ajustes fisiológicos para mantener esa temperatura interna ideal, de ahí que para enfriarnos, el cuerpo produzca sudor. Hasta ahora, se creía que los hombres y las mujeres respondían de manera diferente al aumento del calor debido a las características físicas de cada género.

 

Sin embargo, el estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Wollongong (Australia) y el Colegio Prefectural de Enfermería de Mie (Japón) desafía esta creencia. Los investigadores partieron de la hipótesis de que la respuesta al calor cambiaría dependiendo de la relación entre la superficie corporal y la masa, y no del sexo. 


El estudio evaluó las funciones vasomotoras y sudomotoras de 60 participantes sanos (36 hombres y 24 mujeres) de varias formas y tamaños corporales. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos: mujeres entrenadas, no entrenadas, hombres entrenados y no entrenados. Los voluntarios completaron dos tareas físicas a 28 ° C y con un 36% de humedad relativa; descansaron durante 20 minutos y luego hicieron bicicleta a un ritmo constante durante 45 minutos. Posteriormente también hicieron ciclismo a una mayor intensidad. Bajo estas condiciones, el cuerpo intenta evitar de forma natural que la temperatura corporal suba gracias al sudor y al aumento del flujo sanguíneo.

 

Los experimentos revelaron que la masa corporal fue un factor significativo que determinaba las respuestas vasomotoras y sudomotoras tanto en hombres como en mujeres. Los investigadores consideraron las diferencias morfológicas entre los géneros: estas suponían menos del 5% de los cambios observados entre los individuos, a diferencia del 10-48% que suponían los cambios morfológicos. Los mismos cambios de temperatura corporal tuvieron lugar en todos los participantes, independientemente de su sexo.


Además, el estudio descubrió que las mujeres y los hombres con un tamaño corporal más pequeño (con más superficie por kilogramo de masa corporal), pierden calor al aumentar la circulación sanguínea en lugar de sudar. En comparación, las personas con cuerpos más grandes dependen más fuertemente de la sudoración.

 

"Se creía que el género influía en la sudoración y en el flujo sanguíneo de la piel durante el estrés por calor, y encontramos que estas respuestas de pérdida de calor son, de hecho, independientes del género durante el ejercicio en condiciones donde el cuerpo puede regular con éxito su temperatura", aclara Sean Notley, líder del trabajo