Algo debe estar pasando por la cabeza de la diputada Rocío  Nahle, diputada federal por el distrito XI, quien abanderada por MORENA, dio la sorpresa al obtener el triunfo, pues el voto ciudadano le favoreció con la esperanza de que las cosas en la vida política del sur veracruzano cambiara. Sin embargo, parece que a Rocío se le está olvidando la verdadera intención del porqué el pueblo la llevó al triunfo y  mucho tuvo que ver el hastío hacia el gobierno, la forma de gobernar, la inseguridad y la falta de democracia.

Ahora, como diputada ha comenzado a manipular sus cartas y a practicar la imposición de la que la ciudadanía esta asqueada, queriendo llevar a la cabeza de MORENA en Nanchital, a ESMERALDA MORA ZAMUDIO, una mujer jactada de ser de izquierda pero que mucho daño le ha hecho precisamente a la izquierda de esta ciudad.

Pareciera que Rocío ha confundido en verdadero valor de una persona izquierdista con una persona catalogada como “revoltosa”, carente de credibilidad, de arraigo con la comunidad, caracterizada por el escándalo, la división y el madrinazgo que desde siempre la misma diputada le ha otorgado.

Sin duda, ESMERALDA MORA no es una buena candidata para dirigir las riendas de MORENA en Nanchital, mucho menos es la mejor carta del partido de Andrés Manuel López Obrador para abanderar la candidatura a la diputación local próxima a celebrarse.

En realidad, Rocío Nahle deberá realizar una verdadera radiografía y dejar los alucines políticos para otros tiempos, pues la ciudadanía en verdad cree en que MORENA es la esperanza de México; no de colocación de puestos, candidaturas o dirigencias que se otorgan por amistad y/o compromiso. La militancia de MORENA tiene memoria y esta mala decisión le podría costar muy caro al partido de izquierda.